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La mejor guía independiente de Evora
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La atracción turística más famosa de Evora es el templo romano, incorrectamente dedicado a Diana, la diosa de la caza.
El templo está considerado como la estructura romana mejor preservada de la Península Ibérica, debiéndose dicha conservación milagrosa a que el templo fue incorporado a múltiples edificios desde la caída de los romanos.
Las 12 columnas del templo romano
Entre estos edificios se incluyeron el Castillo de Evora, un matadero y finalmente una modesto aserradero. Considerando la variada historia del templo de Diana, resulta bastante increíble que las 12 columnas corintias de piedra y los arquitrabes que las conectan sigan en pie y en buen estado.
Para los visitantes, el templo de Diana es un lugar interesante que visitar en el centro de Evora, aunque la visita completa dura muy poco tiempo.
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El Templo Romano de Evora está situado en la plaza de Largo Conde De Vila Flor. El templo se construyó en el punto más alto de la ciudad, por lo que es muy fácil de localizar: sólo hay que subir por la colina. Como el templo es la principal característica de la plaza, puede verse en cualquier momento y la entrada es gratuita.
Puede rodearse el templo a pie, pero no puede se puede entrar ni tampoco subirse a él, lo cual quiere decir que las visitas son muy breves. Al norte de la plaza se encuentran los jardines del Jardim de Diana, el Palacio da Inquisiçao y el Museo de Evora, todos ellos a la sombra de la Catedral da Sé.
El templo original tenía pilares en tres de sus caras, como todavía hoy puede apreciarse parcialmente. También tenía una ancha entrada con escalones que se extendía a lo largo de todo el ancho de la cara sur. La importancia del templo en la ciudad romana de Evora se significó mediante su construcción en el punto más alto de la región (300m).
El Templo Romano de Diana
El templo fue originalmente construido en el siglo I, pero más tarde se convirtió en un templo dedicado al culto romano que veneraba al Emperador Augusto. La mayoría de los daños del templo se produjeron en el siglo V, probablemente debidos a los saqueos de las tribus centroeuropeas.
En el siglo XI se construyó el castillo de Evora alrededor del templo, con la base, las columnas y los arquitrabes del mismo incrustados en las paredes de la torre medieval. Más adelante, la importancia de Evora disminuyó y el castillo se desmanteló poco a poco, siendo convertida la torre en una carnicería. En 1836 el templo fue identificado y se emprendió un proyecto de restauración, que incluía la retirada de los ladrillos medievales y que finalizó en 1871 bajo la dirección de Giuseppe Cinatti.